Vergara (Guipúzcoa), 1916. Combatiente, fue herido en junio de 1937 y evacuado , vía Santoña, a Francia. Tuvieron que amputarle la pierna por habérsele gangrenado la herida. Hasta 1943 dirigió una residencia de mutilados en Montauban. Cuando se enteró de que era solicitado por los nazis, regresó a España, donde tampoco se libró de las persecuciones. A pesar de su impedimento, le incluyeron en un batallón de trabajo para hacer carreteras en la provincia de Córdoba. Al cabo de un año, liberado como inútil total, y tras comparecer ante un tribunal militar en Córdoba, regresó a su pueblo donde no tenía forna de vivir. Por participar en un comité republicano tuvo que escapar a Francia, donde permaneció un afio y medio . Llegó a Venezuela en febrero de 1947, reclamado por un ahijado de su padre. A los veinte días de estar en Caracas, su hermano (el famoso "catire" Iriza Loregui) le consiguió trabajó con J. Savals y Compañía, como ayudante de despacho . Al cabo de poco tiempo, fue nombrado jefe de mecánicos y administración. Posteriormente trabajó en la fábrica de velas La Coromoto, con participación en las ganancias. Pero regresó a Savals, asociándose con un 49% de las acciones. Hace catorce años que está retirado . Está nacionalizado. Esta información ha sido sacada del libro: Víctor Sanz, El exilio español en Venezuela, Vol. II. Ediciones de la Casa de España y del editor José Agustín Catalá. El centenario, Caracas, Venezuela, 1995.