Estableció pronto contacto con diferentes organizaciones juveniles socialistas y a fines de 1937, integró, primero como voluntario y después como regular, las filas republicanas, combatiendo hasta el final. No salió de España inmediatamente después de perdida la guerra. Se quedó colaborando en la formación de resistencia. En 1940 fue detenido por nueve meses, saliendo bajo libertad condicional. Se trasladó entonces a Santiago de Compostela y salió definitivamente de España en febrero de 1942, hacia México, donde le brindaron apoyo, trabajo y además, la posibilidad de viajar a otro país. Llegó a Venezuela en diciembre de 1942, estableciéndose en Caracas, con la colaboración de otro exiliado que era contratista del Ministerio de Sanidad, Juan García Serrano. Instaló un comercio de materiales de ferretería para negocios en Caracas y en el interior, que vendió hace dos años. Esta información ha sido sacada del libro: Victor Sanz, el exilio español en Venezuela, Vol. II. Ediciones de la Casa de España y el editor José Agustón Catalá. El centenario, Caracas, Venezuela, 1995.