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Habiéndose trasladado a Cádiz con su padre, se vinculó allí a las Juventudes Socialistas. Cuando comenzó la guerra estudiaba en la Escuela Normal. Un gran amigo, al cual creía apolítico y resultó ser falangista, le aconsejó que se alistara en el ejército y en él permaneció varios meses, sin posibilidad de pasar al ejército republicano. Avanzando sobre la provincia de Málaga logró evadirse y escapar al Peñón de Gibraltar, en donde el cónsul español le dio cobijo, como a muchos otros españoles republicanos. Allí embarcó en el barco de guerra "Gipsy" con otros compañeros hacia Málaga y de allí a Valencia y luego a Barcelona, en donde estaba estaba la familia. Se alistó en el ejército y llegó a ser comisario de batallón. Estuvo en los campos de concentración de Prats de Molló, Bacarés, Saint Cyprien y Septfonds, como miembro de una compañía de trabajo. Luego se empleó en una fábrica de pólvora de Lavernose, y cuando los franceses capitularon tuvo que huir con su cuñado, Leoncio Pérez, porque un día fueron a buscarlos los gendarmes. Desde Toulouse salieron a Marsella en donde estaba la parte de su familia que pudo salir de España. A finales de 1941 fue a trabajar a las minas de Meyreuil, cerca de Marsella, hasta 1943, cuando se fue a Marsella a trabajar como pintor de brocha gorda y después a un taller de metalurgia. En 1944 se incorporó a la resistencia francesa estando con el batallón Libertad. Tras la liberación, entró a trabajar como linotipista en Le Provençal, del jefe de resistencia Gastón Deferre, hasta 1960, en que se vino a Venezuela. Pudo superar los primeros meses trabajando a destajo en la Impernta Vargas y luego, también a destajo, en Linotipo Vidal. En ocasión de la vista de una delegación sindical europea, fu invitado por la CTV, cuyo sindicato hasta entonces había desoído sus peticiones de mejora, para servir de intérprete, y se encontró con que el delegado francés era amigo suyo. Entonces el sindicato de tipógrafos le encontró una plaza de linotipista en el Cromotip. Allí estuvo hasta 1978 o 1979, cuando los dueños les vendieron la parte del linotipo a tres trabajadores de la empresea. Mantuvo una activa participación con el PSOE, desde su llegada al país. Sin embargo, cuando llegó Felipe González a la Secretaría General del PSOE, algunos que no coincidieron con él se fueron y crearon el Partido de Acción Socialista (PASOC). Se nacionalizó, así como sus hijos Luis y Amelia, él ingeniero y ella periodista, y su esposa Amelia Miño, hija de un diputado socialista y concejal del ayuntamiento de Madrid. Aquí escribió un libro que fue publicado en Madrid en 1977, en 3.000 ejemplares. Es autobiográfico y trata sobre la Guerra de España y la II Guerra Mundial y sus visicitudes en ella: "Historia corta de una guerra larga".
"Esta información ha sido sacada de: Victor Sanz, El exilio español en Venezuela, Vol. II. Ediciones de la Casa de España y del editor José Agustín Catalá. El centenario, Caracas, Venezuela, 1995".
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